Nombre:El martillo de Thor: La Soul Astral
Generos: Ciencia ficcion, algo de comedia y romance
Autor: Rapahel Wradock
Resumen: Un remake de una historia que había hecho hace tiempo.
Nos encontramos en el año 4000 DC, el ser humano esta en proceso de exploracion, se crean los aventureros o como ellos se dicen los vagabundos espaciales, son gentes que son independiente de cualquier gobierno espacial o terraqueo, y hacen exploraciones,.
Luna es una chica terraquea que sueña con ir al espacio, al igual que su madre que no ha visto, ella tiene la oportunidad cuando conoce a una vagabunda espacial llamada Lenneth, una chica que parece tener 16 años, pero que es mucho mayor de lo que se ve

La chica que cayó del cielo

Estamos en el año 4000 D.C, el ser humano ha llegado a conquistar el universo, plantando colonias, algunos humanos evolucionaron, creando diferentes razas de humanos. Como el universo es gigante y solo un 10% de él se ha descubierto, han surgido personajes que quieren ir hacía el fin del universo, ellos son conocidos como aventureros, pero ellos se llaman vagabundos especiales.
En una nave grande con la forma de un pájaro de color plateado, y en una de sus alas se leía Soul astral y en la otra Martillo de Thor, la nave estaba siendo perseguida por otras naves, adentro del pájaro gigante de plata se encontraba una joven de tez blanca, pelo azul oscuro y corto que le llegaba hasta la barbilla, de contextura esbelta, ojos azules oscuros, parecía una chica de 16 años, de pechos un poco más grande a las que normalmente tiene las chicas de su edad, estaba vestida con una falda azul que le llegaba hasta las rodillas mostrando sus piernas que tenían una buena constitución y parecía fortalecida, unos zapatos negros, medias negras, camisa roja sin mangas con el cuello de color negro y bordes negros, sus brazos eran fuertes aunque de apariencia normal a de una chica, unas gafas de aviador, una capa negra con el símbolo de un martillo y unos guantes blancos, la joven estaba piloteando la nave
-Hay que perderlo-comento la piloto y apretó un botón parpadeante-Vámonos por el hiperespacio
El entrono alrededor de la nave que era vacio y de color negro de un rato para otro se volvió blanco y la nave viajo por el hiperespacio, “Llegada a la próxima galaxia en alguna horas”
-Gracias a Dios, que perdí a esos piratas-comento la joven y se recostó en la silla durmiéndose
Tierra, la cuna de la civilización humana, ahora sus ciudades se han ampliado y han crecido hacía arriba, grandes edificio se elevan por las nubes, pero la ciudades se han olvidado de sus orígenes y en contraparte existen casas parecida a las del siglo XX al XXI, una nube negra cubre los cielos de las ciudades y la gentes caminan, trabajan y hacen sus cosas sin darse cuenta de lo que pasa arriba, la sed de explorar y aventurarse al espacio que tenía sus ancestros ahora los descendientes de esos humanos se preocupan más por el trabajo que por el espacio, en una de las casas rezagadas de la ciudad vive una de nuestras protagonistas, una chica de 14 años, tez blanca, pelo castaño oscuro largo que le llegaba hasta la mitad de su espalda, de contextura delgada, de pechos normales a las chica de su edad, estaba vestida con un uniforme escolar azul, que consistía en una chaqueta plateada con bordes azules, una falda plateada con bordes azules que le llegaba hasta las rodillas, zapatos negros y medias blancas, su pelo estaba amarrado con un cole blanco, la joven le gustaba el espacio y su mayor sueño era navegar por el espacio, la joven estaba corriendo, no quería llegar tarde al observatorio de la ciudad, el cual estaba en un cerro, la joven subió la pendiente elevada y llego frente del observatorio, aun no había cambiado su forma de construcción, seguía con la base redonda, el cuerpo redondeado y el mismo tipo de telescopio, aunque ahora el interior es más computarizado, la joven toco el timbre y alguien abrió la puerta, era un hombre, alto, tez morena clara, ojos negros, pelo castaño negro corto, alto y esbelto, vestido con una bata blanca, pantalones azules oscuros y zapatos negros
-Buenas, Luna-le saludo el hombre a la joven-¿Vienes a ver el universo?
-Como siempre, señor Black-le contesto Luna con una sonrisa
-Bien, puedes entrar-le dijo el señor Black- Es bueno que en esta época, haya personas interesadas en ver lo que hay en el espacio y en el mar
La joven subió las escaleras espiradas y se sentó al frente del telescopio y observo el espacio, ella siempre le ha gustado el espacio, aunque su padre no le gusta para nada que ella mire el espacio, una vez le conto a su padre que quería ser una aventurera, pero su padre le dio una bofetada y le dijo que no quería que ella fuese una aventurera y que eligiese otra profesión, como científica o como arquitecta, pero su abuelo, un anciano vendedor de repuestos de naves, apoya a la joven, el anciano es padre de su madre, la cual según el padre de Luna, los abandono.
La nave que una vez fue atacada estaba rodeando la tierra, la joven que estaba sentada despertó y observo el planeta
-La tierra, hace siglos que no la veo y hablo literalmente-comento la joven y agrego-Vamos a bajar, computadora haz una lista de daño
La nave descendió a la tierra
Luna observaba el espacio cuando vio que había una nave que tenía forma de pájaro y era de color plateado que estaba a punto de estrellarse y le conto lo que vio al señor Black, según los cálculos que hizo Luna, la nave se iba a estrellar en el bosque cercano al observatorio
Al rato Luna y el señor Black estaba parados en un llano, y vieron que la nave que Luna observo, estaba siendo un aterrizaje forzoso, la nave aterrizo en el llano a poco metros de los observadores, Luna observo que de la nave decencia una joven, Luna observo a la chica que parecía dos años mayor que ella
-Buenas-le saludo la chica con una sonrisa a Luna y al señor Black
-¿Estás bien?-pregunto Luna acercándose a la joven
-Sí, aunque la nave esta algo dañada-contesto Luna
-¿Está bien el piloto?-Pregunto Black
-La estás viendo-contesto la chica
Luna se sorprendió al ver que una chica un poco mayor que ella, fuese la piloto de aquella gran nave
-Mi nombre es Lenneth Asgard-se presento la joven
-Yo soy Luna Minerva, y el ese el señor Black-Se presento Luna y también presento al señor Black
Lenneth le pregunto si sabía de una tienda de repuesto, pues necesitaba algunos repuestos, a lo cual Luna con entusiasmo por ver a una joven aventurera, le contesto que su abuelo era dueño de una tienda de repuesto, Lenneth agradeció a Luna, a la media hora, Luna estaba guiando a Lenneth hacía la tienda de repuesto, la joven aventurera observaba el sitio, mucho había cambiado desde su ultima vez en la tierra
Luna y Lenneth entraron a la tienda de repuesto, el piso era de hierro, al igual que sus paredes y pegados en aquellas paredes había varios instrumentos y repuestos, en una equina de la tienda se encontraba el abuelo de Luna que estaba atendiendo la recepción, el anciano era un hombre de tez blanca, bajo, ojos azules claro, pelo canoso corto, piel un poco arrugada, frente sería, estaba vestido con un vestido blanco, camisa blanca, delantal verde, unos lentes y un sombrero verde
-Buenas tarde, abuelo-le saludo Luna al anciano con una sonrisa
-Buenas Luna-le contesto el anciano
Luna se acerco a su abuelo y le conto el problema de Lenneth, el anciano observo a Lenneth que le estaba sonriendo
-Bueno-comento el anciano con voz gruesa-¿Cuáles son los repuestos?
Lenneth le entrego una lista y el abuelo leyó aquel papel
-Tengo el motor de 12 L, la batería, pero debo pedir el segundo motor principal de 40 L, eso se demorara una semana-le contesto el anciano y observo a Lenneth
-Bueno, puedo esperar-comento Lenneth
A los minutos después Lenneth estaba saliendo junto con Luna de la tienda de repuesto
-Señorita Lenneth, ¿tiene un lugar donde quedarte, esta semana?-le pregunto Luna a Lenneth
-Duermo en mi nave-le contesto Lenneth
-En nuestra casa, hay una pieza que mi padre usa para arrendar-le comento Luna y agrego-Si quiere puedo hablar con mi padre
-¿No sería mucha molestia?-pregunto Lenneth a Luna
-No es molestia para mí-le contesto Luna y agrego-Vamos
Lenneth aceptó y ambas chicas fueron a la casa de Luna